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Islandia: Tierra de Dioses
Por Fernanda Aspe
En un país donde la tierra se mueve todo el tiempo, dejando escapar suspiros arrebatados aquí y allá. Donde el agua ruge moviéndose a través de los valles y hacia el océano negro, donde tienes la sensación de estar en otro planeta. Esta es la tierra de mitos y dioses y aquí los encontrarás.
Islandia es parte de Europa, una isla en el norte del Océano Atlántico, y su locación remota y población pequeña le da una sensación de estar aislado del mundo. Tiene gran actividad volcánica y geológica lo que le da un paisaje singular: campos de lava, geiseres y termas, cráteres y volcanes de lava, playas de arena de rocas y arenas negras. Cuenta con enormes glaciares protegidos en los parques nacionales de Vatnajökull y Snaefellsjökul, miles de cascadas rugiendo furiosas entre valles a los ríos que recorren este país como venas, dándole vida y que se desembocan en un mar obscuro.
La gente remonta sus orígenes a los vikingos que llegaron en busca de la tierra de los dioses, ya que allí es donde ellos creían que vivían. Sin lugar a duda, Islandia es un país que evoca la sensación de realmente conocer algo completamente nuevo por primera vez, es tan diferente a cualquier otra que conocemos y las experiencias que se viven allí son realmente únicas. Es un país que realmente vale la pena conocer.
Para visitar este país se necesita por lo menos una semana y la mejor manera de recorrerlo es en camioneta 4WD para poder recorrer el país y poder adentrarse a las partes más remotas de este.
El país se puede visitar en cualquier época del año, sin embargo, el invierno es largo y frío, con pocas horas de luz y durante esta época algunas carreteras y parques nacionales están cerrados. Durante la primavera y verano que van de mayo a agosto, parece dar un giro de 180 grados, ya que los días se tornan cálidos y con pocas horas a ninguna de obscuridad. Nosotros recomendamos ir a finales de agosto o en septiembre y octubre cuando ya se marca el día y la noche y donde podrás ver uno de los fenómenos más espectaculares de la naturaleza: las Auroras Boreales. Islandia es un país donde hay mucho que descubrir, el paisaje tan cambiante, los paisajes solitarios, el misticismo que lo envuelve lo hace tan fascinante como dinámico.
Estos son nuestros imprescindibles:
Reikiavik
La mayoría de la población vive en la capital, que es el centro cultural, artístico, gastronómico y social del país. Esta pequeña “ciudad”, alberga museos importantes como el Museo Nacional de Islandia, Museo Einar Jonsson, La Casa de la Cultura y los Museos de Arte Ásmundarsafn, Hafnarhus y Kjarvalsstadir. No se pueden dejar de visitar las maravillas arquitectónicas y artísticas como la Catedral Hallgrímskirkja, Harpa Hall (el centro de conciertos y convenciones) y la escultura contemporánea del Viajero del Sol. Caminar por Laugavegur en el centro de Reikiavik para gozar de un día de compras, entrar en uno de sus múltiples cafés, o simple disfrutar las pequeñas calles con sus edificios de colores.
Península de Snaefellsnes
Playas salvajes, santuarios de aves, caballos islandeses y campos de lava, la península de Snaefellsnes es uno de los lugares más espectaculares de Islandia. Se puede pasar el día entero aquí, si deciden tener como base Reikiavik, o se pueden pasar al menos dos días recorriendo la zona. Julio Verne tomo de aquí su inspiración cuando usó el pico helado del volcán Snaefellsjökull como el portal mágico al centro de la tierra.
Vík i Mýrdal
Es el poblado más al sur de Islandia y se encuentra justo debajo del Glaciar Mýrdalsjökull y cerca del volcán Katla a tan solo 180 km de la capital. Goza de playas de arena volcánica, totalmente negras, y formaciones rocosas en sus costas que la caracterizan y la hacen una de las regiones más bellas del país. Esta pequeña ciudad se encuentra dentro del Circuito Dorado, que es el más popular para conocer el país si se cuenta con poco tiempo.
Fiordos Occidentales
La amplitud de la naturaleza superlativa de este fascinante país llega a un clímax dramático en los Fiordos Occidentales. Amplias playas flanquean la costa sur, sus paisajes multicolor y los imponentes fiordos se elevan por encima majestuosamente. No hay nada similar y aunque requiere estar más de una semana en Islandia para realmente poder disfrutarlos, es un lugar que vale la pena. Se puede caminar sobre caminos rojizos al borde de los acantilados sumando a la sensación de aventura. Mucha de la zona sigue siendo virgen, pero sin lugar a duda con mucho por explorar.
Jökulsárlón
Cientos de icebergs azules luminosos se deslizan suavemente a través de esta laguna inmensa antes de irse hacia el mar. Un paisaje onírico da la sensación de estar en otra realidad. Se pueden hacer paseos entre las formaciones de hielo por barcos pequeños y kayak o simplemente apreciar su belleza surrealista caminando por la orilla de la laguna.
Parque Nacional de Vatnajökull
Es la tierra de fuego y hielo. El parque nacional más grande de Europa cubre casi el 14% del país y protege la capa de hielo más grande fuera de los polos: Vatnajökull. Decenas de glaciares fluyen desde la masa helada, mientras que debajo del manto se encuentras volcanes activos y picos de montañas. La diversidad en sus paisajes es verdaderamente increíble. Hay senderos para caminar, valles por descubrir y pequeñas montañas para subir.
Borgarfjördur Eystri y Seydisfjördur
La historia de dos fiordos en el lado este de Islandia. Seydisfjördur está rodeado de montañas y salpicado con cascadas rugientes. Borgarfjördur Eystri es de una belleza particular. Aunque gran parte de este tramo es una carretera más rupestre, aquí se pueden ver las familias de frailecillos y los locales dicen que aquí también habitan los elfos míticos. Ambos fiordos tienen un esplendor natural que sin duda te quitara el aliento.
Las Tierras Altas de Landmannalaugar y Askja
Las Tierras Altas solo son accesibles pocos meses al año. Aquí cascadas inmensas, montañas multicolor y cientos de ríos componen el paisaje tan variado de Landmannalaugar. Askja es una caldera gigantesca rodeada de montañas que encierran un lago azul zafiro. Para poder llegar aquí es necesario tener una camioneta 4WD y al menos tres días para recorres el área y hacer excursiones. Pero para llegar a las montañas es necesario atravesar campos de lava, paisajes de arena negra y roja humeante que dan la sensación de estar en otro planeta. Al llegar a las montañas arcoíris es de las escenas naturales más majestuosas que jamás hayas visto.
La Laguna Azul
No se puede ir de Islandia sin antes sumergirse en las aguas termales de la Laguna Azul. Estas aguas azul pastel en contraste a las rocas negras de los campos de lava la hacen no solo un deleite para los ojos, sino también un spa enorme a la intemperie. El agua, rica en sílice le caracteriza sus propiedades sanadoras y nutritivas para la piel. Dada su popularidad, hay que hacer la reservación para visitarla con mínimo varias semanas de antelación.
Islandia despierta el espíritu aventurero y las ganas por descubrir lo inimaginable. Un país de paisajes surreales en constante movimiento, fundado en el misticismo y aislado dentro de su propio espacio y tiempo, es uno de los lugares más inolvidables que podrás visitar.
Hay que vivir los mejores momentos…!